En su segundo día de visita a la Confederación Suiza la Canciller Diana Mondino mantuvo un encuentro bilateral con la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala. La Canciller fue acompañada por el Representante argentino ante la OMC y Embajador en Suiza, Gustavo Lunazzi. A Okonjo- Iweala, Mondino ratificó “el compromiso de la Argentina con el multilateralismo, el libre comercio y la reducción de las distorsiones en el comercio en general y en la agricultura, en particular". “Por eso”, agregó la Canciller, “esperamos que su liderazgo garantice resultados significativos en esta materia en la próxima conferencia ministerial”. “La Argentina es un miembro muy importante, por sus posiciones en varios temas, su papel activo y positivo”, señaló la Directora General de la OMC, instando a continuar en dicha senda. “Si la Argentina tiene éxito, otros países serán también exitosos”, expresó en su cálida bienvenida y coincidió, luego, en la importancia fundamental de la agricultura para la seguridad alimentaria. La titular de la Organización también se interesó en conocer el estado de las reformas económicas en curso en nuestro país, las expectativas y planes de reformas futuras, reconociendo que los indicadores económicos resultaban muy positivos y esperanzadores. Dado el momento político y económico que vive nuestro país, la Directora General pidió el “liderazgo de la Argentina en la OMC” y, en particular, en la negociación de la liberalización del comercio con los países más reticentes. La Canciller agradeció su interés y positivas impresiones y añadió: “En una época en la que los acuerdos multilaterales son escasos, Argentina celebra los avances logrados con el Acuerdo sobre Facilitación de Inversiones para el Desarrollo (IFD), el acuerdo sobre comercio electrónico y el acuerdo sobre disciplinas adicionales en materia de subvenciones a la pesca; esperamos que pronto se puedan incorporar al marco jurídico de la OMC”. Asimismo, reiteró la importancia que nuestro país asigna a los esfuerzos que se están realizando para normalizar el funcionamiento del sistema de solución de controversias, del cual la Argentina es un usuario frecuente.